“Que todo lo que respira alabe al Señor.” Salmo 150:6
Base Bíblica:
Juan 12:1-3, Eclesiastés 10:1
Propósito:
Que el alumno aprecie que Dios le dio una nariz para oler y respirar.
Meta de Enseñanza-Aprendizaje:
Que el alumno huela los contenidos de algunos frascos y pueda diferenciar entre ellos.
Maestro
Mediante este programa se pretende desarrollar un perfil adecuado con las etapas de desarrollo del niño, incluyendo en él, el área sensorial. Usted como maestro debe aprovechar su habilidad, creatividad y recursos disponibles para formar niños con un adecuado nivel de desarrollo corporal, emocional, y espiritual. Con ello contribuiremos en la construcción de una Iglesia saludable en toda la amplitud de la Palabra. Prepararemos para iniciar con éxito su educación primaria y ayudaremos a la nación.
Antes de comenzar
Oración
Ore para que usted pueda ser un ejemplo a los alumnos de cómo alabar a Dios.
Actividades1. Dar la bienvenida.
2. Colocar en una mesa botes con diferentes olores. Que cada niño huela el contenido de cada frasco y trate de distinguirlo.
3. Hacer un círculo. Dar una señal para que todos dejen de respirar por unos segundos. Dar un aplauso para él que aguante más tiempo.
4. Comentar sobre lo terrible que sería no poder respirar.
5. Orar dando gracias por la nariz.
6. Cantar “Todo Lo Que Respira.”
7. Compartir la historia, mostrando la página uno en el libro del alumno.
Historia
Jesús, al igual que nosotros, tenía amigos con los que le gustaba platicar y compartir
enseñanzas. Uno de esos amigos se llamaba Lázaro. Él vivía en un lugar llamado Betania y un día hizo una cena especial para Jesús. Marta una de las hermanas de Lázaro estaba
sirviendo la comida cuando María su hermana trajo un bote de perfume muy caro y con él perfumó los pies de Jesús. Y luego se los secó con su pelo. ¿Saben una cosa? Este perfume hizo que toda la casa se llenara con su aroma. Estamos seguros que todos en la casa pudieronsentir el olor tan agradable que producía el perfume.
¿Con qué parte del cuerpo creen ustedes que pudieron sentir el olor? ¡Claro! Fue con la
nariz, que nos sirve no sólo para reconocer los olores; sino también para respirar. Por eso
damos gracias a Dios por nuestra nariz, pues, sin ella no podríamos vivir, oler, ni respirar el aire que Él nos da.
8. Recortar y pegar diferentes botes de perfume en un papel grande.
9. Memorizar el versículo clave.
10. Recoger la ofrenda.
Para terminar
Evaluación
Colorear el rostro de una niña completando su nariz, que se encuentra en la página dos del libro del alumno. Hablar sobre el aspecto que somos olor fragante ante la presencia de Dios.
Oración
Que cada alumno dé gracias por una cosa que puede oler.
MI NARIZ
Versículo Clave:
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