EL ACEITE QUE NO SE ACABA

MENSAJE PARA EL MAESTRO:

Diversas personas tomaron parte en el milagro de la multiplicación del aceite. Un cobrador implacable, dispuesto a arrancar de su madre dos niños y esclavizarlos. Una viuda desesperada por la muerte de su amado esposos sostén del hogar, endeudada y amenazada de perder a sus hijos. Dos niños huérfanos de padre, carentes de los recuerdos más básicos, aterrorizados ante la posibilidad de ser separados de su madre y esclavizados. Un profeta en cuyas manos colocaron un problema gravísimo y una petición  de socorro. Vecinos que abrieron la puerta a los niños de mirada angustiada, pidiéndoles vasijas prestadas. El profeta Eliseo, en sintonía con Dios, ofreció a la mujer un consejo sabio y un plan de acción. Fue instrumento fundamental en las manos de Dios para la operación del milagro. La viuda, a su vez, acató la orientación del líder espiritual, demostrando una profunda fe en Dios, de quien pasó a depender totalmente. Experimentó, por esto, el milagro divino. Los dos niños, contagiados por la fe y la paz que la madre ya manifestaba, se mostraron obedientes en la tarea de buscar las vasijas, y ayudaron entregando a la madre una nueva botija cada vez que la anterior se llenaba de aceite. De esta manera, participaron en el milagro que les cambió la vida. Los vecinos, que bondadosa y generosamente prestaron las vasijas para almacenar el milagro, sirvieron como instrumentos de apoyo a la acción de Dios. ¿El acreedor? Perdió la oportunidad de ejercitar el amor.

OBJETIVO:

Que el niño crea que Dios es poderoso para realizar milagros, y ponga en práctica la fe en el poder del Señor.

USTED NECESITARÁ:

Arcilla

Tinta guache

Pinceles

Delantales

Lápices de cera

Cordel

Goma de pegar

Vasijas irrompibles

Sábanas y toallas

MOMENTO DE LA OFRENDA:

Use un jarro de cerámica (o de cualquier otro material) para recoger las ofrendas. Éste servirá como un recordatorio visual adicional para ayudar a los niños a fijar la historia.

PALABRA CLAVE:

“Milagro”

Al terminar de narrar la historia Bíblica, presente la palabra clave: ¿Cómo se llama lo que Dios hizo al multiplicar el aceite de la viuda? ¡milagro! Es por todo esto que la palabra especial de hoy es “milagro”. El padre celestial quiere que confíen en su poder para hacer milagros. Si un día tienen un problema que nadie puede resolver, o alguna enfermedad que los médicos no pueden curar, confíen en Dios, que Él puede hacer un milagro por ustedes.

PARA GUARDAR EN EL CORAZÓN:

“Hagamos memoria de las maravillas que nuestro Dios ha realizado; recordemos sus milagros…”

Salmo 105:5

Dibuje una vasija en una lámina de cartulina y recortela. Escriba en ella el versículo. Después de leerlo en la Biblia en la versión Traducción en Lenguaje actual, explique: la Biblia dice que debemos recordar los milagros que el Padre celestial ha hecho. ¿ Saben lo que es un milagro? Un milagro es cuando ocurre algo que es imposible de suceder; algo que deja a todo el mundo admirado, porque no puede ser hecho por persona alguna. ¿Quién puede realizar milagros? ¡Solamente Dios! Nuestro Dios es poderoso y puede hacer milagros.

CONTANDO HISTORIAS DE LA BIBLIA:

2 Reyes 4:1-7

El Aceite de la viuda

Entonces una mujer, que fuera esposa de uno de los hijos de los profetas, Clamó a Eliseo diciendo: --Tu siervo, mi marido, ha muerto. Tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová, pero el acreedor ha venido para llevarse a mis dos hijos como esclavos suyos.

Y Eliseo le Preguntó: --¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa. Ella Respondió: --Tu sierva no tiene ninguna cosa en casa, excepto un frasco de aceite.

El le dijo: --Vé y pide prestadas vasijas de fuera, de todas tus vecinas, vasijas Vacías; no pidas pocas.

Luego entra, cierra la puerta Detrás de ti y de tus hijos, y vierte el aceite en todas esas vasijas. Y cuando una esté llena, ponla aparte.

Ella se Apartó de él y Cerró la puerta Detrás de Sí y de sus hijos. Ellos le Traían las vasijas, y ella Vertía el aceite.

Y Sucedió que cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: --Tráeme otra vasija. Y le Respondió: --No hay Más vasijas. Entonces el aceite Cesó.

Luego ella fue y se lo Contó al hombre de Dios, quien dijo: --Anda, vende el aceite y paga tu deuda, y Tú y tus hijos vivid de lo que quede.

OFICINA DE IDEAS:

Dé a cada niño un poco de arcilla y pídales que hagan las jarras y potes que la viuda llenó de aceite.

Deje que usen su imaginación y los hagan de la manera en que quieran. Después ponga a secar las piezas, y luego pídales que las pinten con guache usando un pincel. Recordamos el uso de delantales para proteger la ropa.